Esta afirmación, que podía parecer remota, hoy se convierte en una necesidad para los jóvenes arquitectos profesionales que necesitan ofrecer proyectos diferenciados: innovadores en estética y materiales, eficientes energéticamente y con una relación calidad/precio acompasada a la situación económica actual.
En el futuro, la arquitectura será industrializada o no será
Miguel Martínez